Tenemos que aprender a utilizar la ecología del lenguaje a la hora de hablar, comunicar y relacionarnos.
Llevo un tiempo dando vueltas a lo importante de ser más higiénicos con nuestros pensamientos y con nuestro lenguaje. Si entramos en esa espiral de falta de positividad real dejaremos de sumar a nuestros seres cercanos además de a nosotr@s mism@s, para restar y limitar la Vida en general.
Cualquiera de nosotr@s podemos hacer la prueba; cuántas veces al día decimos “no tengo tiempo, no puedo…, no hagas…”; ¿cuántas quejas lanzamos al universo “de gratis”?, ¿cuántas sonrisas regalamos sin esperar algo a cambio?…Seguro que nos reconocemos en estas circunstancias.
Las palabras son poderosas, cada una de ellas va asociada a una emoción y una manera de pensar.
Creo que estaría más que bien que nos regaláramos un tiempo para descubrir si nos sentimos cómod@s en nuestra manera de comunicarnos con nosotr@s mism@s y con nuestro entorno, sobre todo si tenemos peques compartiendo su vida con nosotros.
Cada vez que decimos “no puedo”, “no tengo tiempo” nos estamos poniendo una gran carga sobre los hombros, la autoimposición de límites.
La realidad es que sí que podríamos solo que decidimos hacer otra cosa, al igual que sí que tendríamos tiempo solo que decidimos dedicarlo a otra cosa…
Y como normalmente somos igual de injust@s con nosotr@ que con nuestr@s cercan@s, est@s tienen que recibir un saquito de “noes” diarios que podríamos convertir en “sies” si nos ponemos las pilas y generamos nuevos hábitos.
Este cambio de paradigma personal sería un regalo a muchos niveles pues la positividad se contagia y poquito a poco, con entrenamiento y voluntad, podemos mejorar muy mucho nuestras relaciones personales así como nuestra manera de enfocar la vida a través de nuestros pensamientos cotidianos.
Si os animáis a comenzar os propongo un reto, qué tal por empezar con una semana sin quejas??? Es una apuesta transformadora, os lo recomiendo, y si os apetece ya nos contaréis…
Ánimo, que todo lo que deseamos puede suceder!





Deje su comentario